Los accidentes de moto y las lesiones del plexo braquial

21.09.2024


Si te decimos que las lesiones del plexo braquial son una de las dolencias más comunes en nuestros días, probablemente te sorprendas. Lo primero de todo es que seguramente no sabes de que estamos hablando. ¿El plexo…? Pero, ¿qué es eso? Te lo vamos a explicar de forma sencilla. 

Plexo braquial: una "central eléctrica" esencial para nuestra actividad cotidiana

Bien sabes que del cerebro salen todas las terminales que nos permiten seguir con vida. Bien, pues la red de cables que hacen que el cerebro pueda enviar órdenes a los brazos, las manos y los hombros, permitiendo además que estos sientan frío, calor, dolor o debilidad, se llama plexo braquial. Si te fijas en las siguientes ilustraciones, lo entenderás aún mejor.


Funciones que dependen del plexo braquial

Algo que nos parece tan sencillo como levantar o bajar las manos, depende de esta compleja red de nervios que se extienden por nuestro cuello y nuestro hombro. Pero también la posibilidad de utilizar nuestras manos de forma habilidosa. Estos nervios permiten además que podamos tener el sentido del tacto y, en consecuencia, sintamos sensaciones tan elementales como el frío o el calor.

Las motos, el gran enemigo del plexo braquial

Solo en el año 2023 se registraron en Honduras más de 7000 accidentes de moto, una practica que cada vez es más peligrosa en nuestro país por la necesidad de desplazarse y la escasa disponibilidad de un servicio de transportes adecuado. Cuando alguien sufre un accidente de moto, lo primero que hacer es tratar de protegerse estirando el brazo. Por eso es muy normal que el brazo quede atrapado en una posición anormal durante el impacto. Esto puede generar una fuerza repentina que estira o "jala" el plexo braquial, provocando lesiones. Dependiendo de la gravedad, estas lesiones pueden ir desde un estiramiento leve del nervio (como si lo jalaras un poco) hasta un desgarro completo (como si se rompiera un cable).

Consecuencias de las lesiones del plexo braquial

Por desgracia, las consecuencias de este tipo de lesiones pueden llegar a ser muy graves. La mayoría de nosotros dependemos de nuestros brazos y nuestras manos para trabajar. Y no solo para trabajar fuera de casa, también para cocinar y realizar otros oficios domésticos, así como para nuestra vida cotidiana: abrazarnos, dar la mano a nuestros hijos o saludar a nuestros vecinos.

Es fácil de imaginar que cuando perdemos movilidad o sensibilidad en los brazos y en las manos nos enfrentamos a un grave problema. Por no hablar del dolor crónico que nos puede complicar nuestra existencia. Por eso es tan importante detectar a tiempo las lesiones del plexo braquial y hacer todo lo necesario para que los nervios se recuperen.

Acudir a un neurólogo resulta conveniente cuando nuestros nervios se dañan. De hecho, las lesiones del plexo braquial, son una de las dolencias más comunes que todo especialista en neurología aborda a diario.

Una electromiografía a tiempo puede hacer la diferencia

Existe una prueba diagnóstica, que nosotros realizamos en nuestra clínica, que puede ser muy útil para ver el alcance de la lesión y en que modo se puede dar el tratamiento efectivo. Toda persona que sufra un accidente y que sienta dolor, falta de movilidad o insensibilidad en sus manos o en sus brazos debería hacérsela. Como ocurre con muchas otras dolencias, un diagnóstico a tiempo puede ser la clave para recuperar nuestra salud.